lunes, noviembre 17, 2008

EL ESTADO HA ACTUADO, ES HORA DE RESPONDER.

LLAMAMIENTO AL BOICOT DE LOS BANCOS DEL PAÍS.

Se ha terminado la tragicomedia (tragedia para el pueblo, comedia para los banqueros y SU estado): logró, por ahora, el Estado su objetivo, y le restituyó el poder absoluto sobre el sistema financiero a los bancos. Con eso, de paso, les restituyó a esos banqueros el poder para atar y desatar con sus llaves el destino de miles de colombianos ahorradores, que intentan escapar de las cadenas de la pobreza, y que por eso han invertido en compañías generadoras de beneficios colectivos como DMG. Ahora habrá que pensárselo dos veces a la hora de mirar cómo prestar para construirse una casa, para pagar los estudios de los hijos, comprar los electrodomésticos necesarios para el hogar o cualquier otra cosa, porque nuevamente esas decisiones las toman los bancos, los mismos que han expulsado de sus casas a miles de deudores de un humillante sistema UPAC, que cobran altos intereses por prestamos para estudiar, los mismos que especulan con la plata de la gente en la bolsa de Nueva York y que, cuando esta se quiebra, no responden por los ahorros de las personas, esos mismos bancos que lavan la plata de los narcos (ellos sí), que compran fiscales, policías, políticos, todo lo que necesitan para perpetuar su poder monetario por encima de las personas. Nuestro llanto es su risa, y este día deben sentirse bastante satisfechos, por haberles quitado a los miles de pobres inversores sus fuentes de beneficios extrasalariales.

¿O quizás no? ¿Porqué una decisión estatal desleal como esta tiene que parar a la gente de sus intereses comunes, de su idea de que unidos pueden mejorar sus condiciones de vida? ¿Acaso es la voz de Uribe la voz de Dios?

Resulta inútil en este momento llorar sobre la leche derramada, lo mismo que salir a pelear contra la policía por decisiones que vienen por encima de ellos, por encima incluso de los políticos, meros instrumentos al servicio de un puñado de banqueros dueños del país. El Estado sabe que, aunque tenga a la policía, a la fiscalía, a los medios de comunicación y muchos más medios para el control y manipulación de la sociedad, existe siempre una fuerza mucho más poderosa que sus armas, mucho más poderosa que sus leyes y sus medios de intoxicación informativa, una fuerza que se ha manifestado esta última semana y a la que le teme tanto como el asesino al día del juicio final: esa fuerza es LA UNIDAD DEL PUEBLO, esa fuerza es la organización de todas las personas para el beneficio mutuo, esa fuerza es la verdad que prende en las personas cuando caen en cuenta de la manera descarada como la explotan y decide hacer algo, pacífico pero efectivo, contra eso.

Por más que el Estado quiera ocultar lo que realmente está sucediendo, por más que los medios griten a los cuatro vientos sus mentiras con la esperanza de que, a fuerza de ser repetidas, se transformen en verdades, por más que desfilen funcionarios, ministros, fiscales, periodistas, por las cámaras manifestando que “defienden a la gente pobre”, ya son miles y millones las personas que, afectadas por esta burda manipulación estatal, han encontrado en la dolorosa experiencia del robo de su dinero, de sus ahorros, de su trabajo de toda la vida, la verdad sobre el Estado, sobre como defiende los intereses de unos pocos millonarios, y como está dispuesto a hacer uso hasta de su fuerza armada para defender dichos intereses. Y es esta verdad, que ha brotado de una situación real, no de los libros de los economistas, la que hará temblar las estructuras del Estado.

Ahora que millones de personas han visto y sentido la realidad de las cosas, ahora que saben de lo que son capaces ese grupito de burgueses, es cuando tiene que estar a la altura de su situación y darle al Estado y a los bancos una verdadera demostración de su fuerza. Que los bancos quieren manipular a la sociedad para mantener su poder ya lo sabemos, ahora tenemos que unirnos para impedirlo y defender nuestro derecho a una vida digna, nuestro derecho a una vivienda propia, a un servicio de salud eficiente y solidario, a trabajos bien remunerados, y a beneficiarnos de nuestros propios ahorros. Y para esto no son necesarias las armas, sino simplemente nuestra unidad, nuestra voz, y la decisión firme de parar este orden de cosas. Es ahora cuando tenemos que tomar la decisión, decisión histórica, de boicotear a los bancos, de negarles el monopolio de la riqueza y su imposición sobre nuestras vidas. Hay que demostrarle a Sarmiento Ángulo y compañía que sus leyes no son un obstáculo para la conquista de nuestra felicidad, y para eso debemos boicotear sus bancos.

¿Cómo hacerlo? Utilizando el medio de comunicación más efectivo de todos: la conversación voz a voz, la “radiobemba”. Denunciando la situación, negándonos a darle nuestro dinero y nuestros ahorros, frutos del sudor de nuestra frente, a esos ladrones legalizados que son los bancos, a esas “pirámides disfrazadas” que son el GRUPO AVAL y compañía, retirando nuestros ahorros de sus bancos, denunciándolos con nuestros familiares, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo, colocando carteles en las entradas de nuestras casas que digan “YO NO LE DOY MI DINERO AL GRUPO AVAL”, carteles en las paredes, tratando esto en las juntas de acción comunal. Si todos cooperamos denunciando a esos banqueros, señalándolos, retirando nuestros ahorros de sus casas, compartiendo la información, podemos boicotear a los bancos y darles una lección histórica que jamás olvidarán. La sostenibilidad de un banco depende de la confianza de los inversores en el mismo, tenemos que unirnos y boicotearlos denunciándolos, quitándoles toda credibilidad, y con esto le daremos una respuesta a la altura de la humillación que hemos sufrido, les daremos una respuesta que les cobrará el robo gigantesco de plata que han tenido esta última semana, un robo tan grande que las arcas de todos los bancos juntos no pueden guardar.

A toda acción le corresponde una re-acción de igual o mayor magnitud. El estado, Uribe y los bancos ya han actuado para defender sus privilegios, para defender sus intereses. Ahora nos toca a nosotros devolverles el golpe, nos toca unirnos y parar su máquina generadora de pobreza principal: sus bancos. ¿Estaremos a la altura de nuestra tarea histórica? ¿O los dejaremos que nos sigan manipulando y pisoteando por los siglos de los siglos hasta el fin de los tiempos? Nunca antes, como ahora, la decisión de ser libres ha estado en nuestras manos. Solo es cuestión de asumirla.

“No hay fuerza más poderosa que una idea a la que le ha llegado su hora”.
Víctor Hugo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

DESAFORTUNADAMENTE O AFORTUNADAMENTE YO NO TENGO SINO MI CUENTA DE AHORROS DE NÓMINA, DE LO CONTRARIO RETIRARIA TODO DE ALLÍ Y CANCELARIA LAS CUENTAS.
ESTO QUE ESTA PASANDO ES UNA GRAN LECCIÓN PARA MUCHOS COLOMBIANOS QUE TODAVÍA ESTABAN CON EL EMBELECO DE U.
ADEMÁS DE ESTO, Y A PESAR DE LO DIFÍCIL QUE SERÍA, PORQUE ESTAMOS ACOSTUMBRADOS A SER SUPERCONSUMISTAS,SOBRE TODO EN EPOCA DE NAVIDAD, DEBERÍAMOS DEJAR DE COMPRAR EN FENALCO Y MANTENERNOS EN PIE DE LUCHA Y RODEANDO A DON DAVID Y LA EMPRESA.
NO HAY NADA PERDIDO HASTA AHORA, GANAMOS EN TENER CONCIENCIA DE SABER QUIENES NOS GOBIERNAN, QUEDA DESENMASCARADOS Y NO SRÁN REELEGIDOS.